Antes del inicio de un proceso de diseño es necesario que el equipo creativo tenga bien definidas las bases y especificaciones teóricas del proyecto mediante un briefing. Tras un diagnóstico previo del problema a solucionar, el equipo de diseño de packaging debe comenzar a plantear soluciones al problema con dos objetivos claramente definidos:
Mejorar las especificaciones teóricas: en muchas ocasiones los requerimientos planteados en el planteamiento inicial del proyecto no son los más acertados. O incluso son erróneos, razón por la que el equipo creativo acaba por generar nuevos conceptos que reconfiguran el problema inicial.
Ofrecer ideas que cumplan lo mejor posible de forma práctica las especificaciones definidas en el briefing
Las ideas de este periodo de diseño del embalaje pueden ser individuales, colectivas o incluso una combinación de ambas. Pero lo que siempre deberá ser una norma es la selección de la propuesta definitiva, que tendrá que realizarse en equipo.
En algunas ocasiones, plantear nuevas ideas de diseño de envases y embalajes no resulta fácil. Por eso, los equipos creativos suelen utilizar técnicas especialmente diseñadas para ello. Algunas son, por ejemplo, las técnicas de desbloqueo mental, el brainstorming o los cuadros morfológicos. La elección de una técnica u otra dependerá únicamente del equipo de diseñadores o de la cultura corporativa que posea la agencia encargada de llevar a cabo el packaging.
El siguiente paso es explicar las ideas al cliente y las razones por las que se han generado una serie de conceptos relacionados con el packaging para solucionar el problema planteado durante el briefing. Para ello, se utilizarán bocetos mediante técnicas manuales o mixtas en las que se especificarán los elementos del envase o su funcionamiento. Escoger algunos de los conceptos planteados será un trabajo en equipo y el diseño de packaging escogido deberá ser viable desde un punto de vista técnico, comercial y económico.
Diseño de packaging en detalle
Esta otra etapa corresponde al segundo paso en el proceso de creación de nuevos envases. Tras la innovación planteada en el primer punto, llega el momento de definir con más claridad y definición las características del futuro packaging para su posterior diseño industrial y desarrollo.
En este momento se deberán detallar conceptos como los materiales con los que deberá fabricarse un envase o embalaje, los tamaños definitivos que tendrán, las formas finales y hasta los procesos de fabricación industrial. Algunas de las formas de llevar a cabo este proceso son las siguientes:
– Realización de planos de las piezas que componen el envase
– Modelado en 3D en el que puedan crearse imágenes realistas y ensayos virtuales
– Redacción de la memoria del proyecto, en la que se expliquen las características del diseño de packaging
Etapa de simulación
Por último, más allá de la creatividad de un equipo de branding corporativo para confeccionar el embalaje de un producto, es importante comprobar su validez real. Para ello, las empresas disponen de métodos de simulación relacionados con los procesos que deberán soportar durante el ciclo de distribución. En esta etapa deberán pasar pruebas de análisis tanto los packagings primarios, secundarios y terciarios, y se podrán realizar pruebas de transporte, de vibración y hasta de posibles caídas.
La superación final de este tipo de pruebas simuladoras por parte del envase significará que el proceso ha terminado con éxito y el packaging ya puede presentarse al público en los comercios.